Cápsula Bíblica 824

El Espíritu Santo nos ayuda continuamente a cada uno de nosotros para que podamos hacer la Voluntad de Dios, para que podamos obedecer a Dios. Leyendo la Escritura vemos que Jesús prometió enviarlo como guía para que podamos llegar al Cielo, y para vivir con El eternamente en felicidad total. El Espíritu Santo es Quien nos santifica. Con sus inspiraciones nos dice cómo podemos ser santos. Después de que los Apóstoles con María la Madre de Jesús, recibieron la efusión del Espíritu Santo cambiaron totalmente. Se les quitó el miedo para predicar. Lo que antes no entendían, ni sabían explicar, ahora lo entendían y podían explicarlo bien claro y sin ningún temor.