Recibió las primeras lecciones de música en Ruisbroek, en la provincia belga de Brabant, ya que desde pequeño se trasladó con su familia a ese lugar. El organista del lugar, Auguste Cantillon, descubrió en el pequeño las dotes necesarias que le llevaron a desarrollar la pasión por la música. A los 17 años se trasladó a Bruselas donde escuchó los consejos de Gevaert, obteniendo en 1889 el Premio Roma (belga) con su cantata «Sinaï». En el Teatro Real de la Monnaie presentó «Las Nibelungen» y en un concierto popular «Les Russes». Consiguiendo el apoyo de Wagner y Rimski-Korsakov, ya que se sintió tan atraído por la obra de Wagner desde que escuchara “El anillo en La Monnaie” y por la moderna escuela rusa —gracias a los conciertos populares que, financiados por la condesa de Mercy-Argenteau, introdujeron esta música en su país— que se las ingenió para conocer personalmente a Borodin, Rimski-Korsakov y Scriabin, entre otros.
Su obra más famosa es «La Mer», que en su momento de gloria dio la vuelta a Europa: Bruselas, Londres, San Petersburgo, Varsovia, Berlín (donde la dirigió Richard Strauss) y París. Esta es la obra que quiero invitarles a escuchar esta semana.
La obra se divide en cuatro partes: I. “Sunrise”, II. “Sailor´s Dance”, III. “Twilight” 1/2, 2/2, IV “Storm” y está construida en torno a un tema principal de carácter cíclico que recorre y unifica estos cuatro movimientos. Un contemporáneo de Gilson señaló: “Es ésta una partitura que uno no puede abrir sin que el viento de la tempestad sople en sus oídos”.
La obra se divide en cuatro partes: I. “Sunrise”, II. “Sailor´s Dance”, III. “Twilight” 1/2, 2/2, IV “Storm” y está construida en torno a un tema principal de carácter cíclico que recorre y unifica estos cuatro movimientos. Un contemporáneo de Gilson señaló: “Es ésta una partitura que uno no puede abrir sin que el viento de la tempestad sople en sus oídos”.
Gilson tuvo el mismo éxito que con esta obra en Amberes y Bruselas con el drama lírico «Princesse Rayon de Soleil». Con Jean Absil a la cabeza, los jóvenes belgas de los años veinte fueron sus discípulos y presidió una agrupación de músicos de su talla en la época llamada "Los Synthetistes".
Los invito a escuchar «La Mer»:
Los invito a escuchar «La Mer»:
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