Este domingo es la gran final del Mundial de Futbol un deporte que es una pasión no solamente para los mexicanos, sino para muchísima gente alrededor del mundo como pudimos ver.
Esta semana propongo la lectura de un libro del genial pensador uruguayo Eduardo Galeano. Un libro que rinde homenaje al futbol, música del cuerpo, fiesta de los ojos, y también denuncia las estructuras de poder de uno de los negocios más lucrativos del mundo.
En el campeonato mundial hemos visto cómo este deporte se ha convertido en algo que Galeano describe muy bien en su libro: Un juego de pura velocidad y mucha fuerza, que muchas veces renuncia a la alegría, que atrofia la fantasía y que prohíbe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún jugador que se sale del libreto y destaca de forma sorpresiva, como el portero mexicano Guillermo Ochoa, que acaparó tantos elogios en este Mundial lanzándose, por el puro goce del juego, a la prohibida aventura de la libertad al detener y dominar el balón.
Una obra que combina su estilo periodístico, literario y de análisis sensible y directo. A lo largo del libro el escritor uruguayo aborda la esencia del juego, comparte anécdotas y repasa pasajes fundamentales en la historia del fútbol mundial. Escribiendo este libro, el autor dice que ha querido hacer con las manos lo que nunca pudo hacer con las piernas. Cuando era niño, Galeano quería ser jugador de futbol, pero sólo jugaba bien, y hasta muy bien, mientras dormía.
Galeano presenta pasajes cortos, como lo haría posteriormente en otro de sus libros titulado "Bocas del tiempo", metiéndose en la piel del aficionado y dejando entrever su profundo amor por una actividad que es tan desgarradora y emocional, como organizada y súper industrializada.
«EL FUTBOL A SOL Y SOMBRA» puede representar el texto evangelizador para aquellos que sugieren que el futbol es el opio de los pueblos, nombre que lleva un pasaje que vale la pena recordar. "El desprecio de muchos intelectuales conservadores se funda en la certeza de que la idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece", menciona Galeano, ilustrando inteligentemente el disparate que implica demeritar lo que se desconoce.
Eduardo Germán Hughes Galeano nació en Montevideo, Uruguay, el 3 de septiembre de 1940. Comenzó su carrera de periodista como editor del semanario "Marcha"; también editó para el diario "Época". Tras su encarcelamiento a inicio de los años 70, fue obligado a exiliarse y vivió en Argentina, donde fundó la revista "Crisis". En 1976, el régimen de Jorge Rafael Videla tomó el poder en un golpe militar y el nombre del escritor fue agregado a la lista de los condenados por los escuadrones de la muerte (grupos paramilitares), por lo que tuvo que exiliarse nuevamente, ahora en España, donde publicaría en 1984 su conocida trilogía «Memoria del fuego» (1982-1986). En 1985 regresó a Uruguay, donde reside hoy día tras superar un cáncer de pulmón.
Entre algunas de sus obras se encuentran: "Los días siguientes" (1963); "Las venas abiertas de América Latina"(1971); "Vagamundo" (1973), la citada "Memoria del fuego" (1982-1986); "El libro de los abrazos" (1989), "El fútbol a sol y sombra" (1995) y "Bocas del tiempo" (2004). En dos ocasiones, en 1975 y 1978, Galeano obtuvo el premio Casa de las Américas. En 1989, recibió en los Estados Unidos el American Book Award por Memoria del fuego. En 1999, Galeano fue el primer escritor galardonado por la Fundación Lannan (Santa Fe, USA) con el premio a la libertad cultural. Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas.
Eduardo Galeano,
"El futbol a sol y sombra",
Ed. Siglo XXI Editores,
México 2004,
284 páginas.
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