domingo, 6 de septiembre de 2015

Cápsula Bíblica 1661

Los acontecimientos que narra la Biblia y que están enlazados y unificados por la intervención personal de Dios como protagonista principal, no se han realizado sin la colaboración de los hombres, una colaboración que Dios mismo suscita. Otras veces las cosas salen a pesar de ellos y aun en contra de ellos; en efecto, la Biblia subraya reiteradamente las resistencias e infidelidades del pueblo, de manera que desde el Génesis al Apocalipsis predomina una dinámica de pecado—liberación (normalmente entre el pecado y la salvación suele mediar la experiencia del propio fracaso, que es invitación a convertirse y volver a Dios). Es muy interesante ir viendo el hilo conductor del proceso de conversión en las diversas narraciones bíblicas.

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