sábado, 19 de septiembre de 2015

Cápsula Bíblica 1674

La Biblia enseña el valor de matrimonio de una manera muy clara y a la vez sencilla. El Señor tuvo la distinción especial con el hombre y la mujer desde que los creó. Él puso toda su atención y gracia en ellos. “Ambos son uno y se pertenecen”. El varón fue formado por Dios y la mujer fue sacada del varón, o sea que, ¡vienen siendo de la misma naturaleza! (Génesis 2,22). Y de la costilla que Yahvé Dios tomó del hombre, hizo a la mujer, y la trajo al hombre (Génesis 2,23). Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada (Génesis 2,24) Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Ojalá y todos los matrimonios cristianos vivieran de esta forma sencilla su unión conyugal, siendo uno, parte del otro.

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