Julius Ernst Wilhelm Fucik (18 de julio de 1872-15 de septiembre de 1916) fue un compositor y director de bandas militares que nació en la ciudad de Praga cuando la urbe formaba parte del Imperio austro-húngaro. Fucik pasó la mayoría de su vida como dirigente de bandas militares y fue un prolífico compositor, llegando a escribir alrededor de 300 marchas, polkas y valses. Por su trabajo en estas bandas es conocido como el «Sousa Bohemio», relacionado con el compositor estadounidense de marchas John Philip Sousa de quien ya hablaré en otra ocasión.
Hoy en día algunas de sus marchas son interpretadas en la República Checa como música patriótica. Sin embargo su fama internacional se resume a su marcha Op. 68: «La entrada de los gladiadores» (Vjezd gladiátorů), conocida por su interpretación en los circos de todo el mundo cuando los payasos entran en escena. A pesar de ser esta obra tan conocida, el nombre de su autor es ignorado por la mayoría de la gente. Esta es la obra que hoy quiero compartir con mis 15 seguidores.
Esta marcha, compuesta en 1897 originalmente se llamó «Gran marcha cromática», reflejando el uso de escalas cromáticas lo largo de la pieza, pero Julius cambió el título, sobre la base de su interés personal en el Imperio Romano. La marcha —creo yo— no encanta a todos, pero no puedo imaginarme a los recios luchadores esclavos saliendo a la arena a vencer o morir al son de esta música. ¿En qué estaría pensando Julius al darle este nombre?
Alrededor de 1901, la pieza ganó su popularidad como una marcha de animación para el circo, utilizada muy a menudo para introducir a los payasos. Y como he dicho, hoy es conocida principalmente por esta asociación, aunque el título y compositor son desconocidos por casi todos. La marcha a veces se interpreta en salas de concierto. El estallido de la Primera Guerra Mundial representó un duro golpe para Fucik y todos los artistas en general. Su estabilidad como artista y hombre de negocios principiante empezaron a tambalear. El negocio se vino abajo, su salud se debilitó súbitamente y el 25 de septiembre de 1916 murió cerca de Berlín a la edad de 44 años. Además de la mundialmente conocida Entrada de los Gladiadores, Julius Fucik dejó también obras ligeras, operetas y valses que reflejaron el entusiasmo de parte de la época que le tocó vivir.
La obra se divide en tres partes. La primera contiene la melodía de la trompeta y varias partes de soporte. La segunda es la sección donde el metal (principalmente las tubas) toman la escala cromática Por último, en la tercera parte, hay un trío o una sección melódica lenta, donde hay un fuerte equilibrio entre los instrumentos de viento de madera y de metal. El trío tiene una parte similar para el segundo tercio, con uso de escalas cromáticas. La pieza está en compás de 2/4 y originalmente en tempo de marcha; sin embargo, suele tocarse más rápido cuando se usa para animar.
¡Escuchen y diviértanse!
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