Quien vaya conociendo cada vez más al Siervo de Dios Luis María Martínez, puede irse dando cuenta de que en su vida hubo siempre un hilo conductor, una idea dominante, una magnífica unidad, una «DIVINA OBSESIÓN»: la persona de nuestro Señor. Jesús conocido, Jesús amado, Jesús servido, Jesús reproducido en la propia alma, Jesús reflejado en la vida de los demás. Jesús camino, verdad y vida (Jn 14,6), Jesús gozo y paz, Jesús el amor de los amores: Omnia et in omnibus Christus! ¡Jesús todo en todo y en todas partes!
Hoy traigo a colación y les invito a leer precisamente el libro de don Luis María Martínez titulado: «DIVINA OBSESIÓN», donde más que convencernos de esta verdad, compartiendo con nosotros una pequeña parte de sus escritos íntimos nos deja ver esta obsesión que envuelve su vida.
Estos escritos, al igual que sucede con las notas íntimas de la beata María Inés Teresa, no estaban destinados a ser del dominio público, ya que al autor nunca tuvo en mente publicarlos; de otra manera hubiera hecho también lo que la beata María Inés con muchos de ellos... ¡los hubiera destruido!
Este libro que es ahora difícil de conseguir, encierra una serie de tesoros de doctrina que mueven el alma a crecer en el amor de Dios. La Iglesia no ha profundizado aún tanto como se pudiera en el tesoro espiritual de este Siervo de Dios que fuera director espiritual de Conchita Cabrera y quien tuviera correspondencia con la beata María Inés y otros hombres y mujeres de Dios.
¡Si consiguen este libro... obtienen un tesoro!
Luis María Martínez,
"Divina Obsesión",
Ed. La Cruz,
México,
289 páginas.
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