
Weber fue un compositor que componía música instrumental con la peculiaridad de hacer que los instrumentos fueran como voces. La música del clarinete está, en esta composición, como entretejida entre la orquesta, de tal modo que se disfruta la música de cámara en su conjunto sin que desmerezca el instrumento solista.
Debido al gran éxito que había alcanzado con sus conciertos para clarinete, Weber comenzó la composición de su Quinteto para clarinete en Si bemol mayor, op. 34 (J. 182) con mucho entusiasmo, pero, debido a diversas situaciones, no completó los tres primeros movimientos hasta dos años después, en 1813, cuando ya había sido nombrado Kapellmeister de la Opera Alemana de Praga, y el Rondò no lo añadió sino hasta 1815, por lo que no pudo aprovecharlo en la gira que comenzó con Bärmann inmediatamente después del estreno del Segundo concierto.
Les dejo dos versiones del mismo que igual las disfrutarán por la maravillosa interpretación de los solistas:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario