sábado, 10 de marzo de 2012

Cápsula Bíblica 390

En el Segundo Libro de las Crónicas hay un verso en el que Dios declara su agrado porque se le ha construido un Templo. Vale la pena meditarlo: "Si mi pueblo sobre el que se invoca mi nombre se humilla, ruega y me busca el rostro... Yo oiré desde los cielos y perdonaré su pecado" (7,14). ¡No cabe duda de que Dios nos tiene un cariño extraordinario!

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