Por eso recomiendo ampliamente la lectura de este libro de Jacques Philippe: "La Libertad Interior". Un libro sencillo y ameno cuyo objeto es abordar este aspecto fundamental de la vida cristiana: la libertad interior. “Incluso en las circunstancias externas más adversas, dispone —la persona— en su interior de un espacio de libertad que nadie puede arrebatarle, porque Dios es su fuente y su garantía. Sin este descubrimiento, nos pasaríamos la vida agobiados y no llegaríamos nunca a gozar de la auténtica felicidad”. Y es que el hombre conquista su libertad interior en la medida en que la fe, la esperanza y el amor se fortalecen en él.
Por lo general se suele entender la libertad como la capacidad que tiene cada persona de elegir. Sin embargo, y sin entrar en elocuciones y reflexiones metafísicas, una de las idiosincrasias de la libertad interior es, como bien resalta Philippe, que ser libre es también aceptar lo que no se ha elegido y se tiene que vivir. El hombre manifiesta la grandeza de su libertad cuando transforma la realidad, pero también cuando sabe aceptar la realidad que deviene. Aceptar las limitaciones personales, la imperfección, las circunstancias y los errores que impone la vida son modos de hacer crecer la libertad interior, pues en este ámbito personal, el de aceptar las cosas que no se han elegido, podemos llegar a ser mucho más dueños de nosotros mismos y, por ende, más libres.
¡Vale la pena esta lectura!
Jacques Philippe,
"La Libertad Interior",
México 2007, 2° Edición,
Ed. Alba
186 páginas.
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