Teilhard se apasionó por el cristianismo y por la ciencia al mismo tiempo que se decidió por escribir. Eso dio como resultado una obra profundamente espiritual y dinámica que combina una unidad de corazón y de mente difíciles de encontrar. Su mística estuvo firmemente fundada en una constante investigación científica que ampliaba enormemente las fronteras del conocimiento y la autocomprensión.Para este hombre de Dios, el Corazón de Cristo se convirtió en la vertiginosa imagen de la vida y el amor desbordantes de Dios que laten a través de toda la creación.
Muchos de sus escritos parecen abstractos y distantes, en ocasiones incluso frías; pero en sus ensayos, diarios y cartas más personales encontramos la voz de un ser humano maravilloso y apasionado por Dios, una voz que canta las maravillas de la creación con un lenguaje y una percepción de la presencia de Dios en el mundo, extraordinarios; lo que ayudó a mucha gente que le rodeó a comprender mejor la fe cristiana desde una perspectiva espiritual sólidamente sostenida en un estudio y profundización de bases científicas comprobables.
La obra de Teilhard de Chardin es sumamente extensa y por lo tanto difícil de leer, pero, gracias a estos extraoordinarios extractos que la escritora Ursula King selecciona, nos facilita acercarnos a su obra. Ella es autora de numerosas obras de Teilhard. Esta espléndida selección de los escritos es una inapreciable aportación; de hecho, es única en su género. Cabe mencionar que la amplia introducción de King ofrece al lector un excelente trasfondo biográfico e intelectual para valorar a este hombre grande.
Teilhard de Cahrdin,
"Escritos Esenciales"
Ed. Sal Terrae
Bilbao 2001.
198 páginas.
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