viernes, 11 de mayo de 2012

Cápsula Bíblica 452

Cuando se lee la Biblia, hay que irse sin prisas, deteniéndose para sentir y saborear interiormente aquel pasaje en el que encuentro un fruto, una inspiración, paz y consuelo. Hay que tener esto como punto de partida para un diálogo de amistad con el Señor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario