El final de la vida de Mahler está marcado por su deteriorada salud y muchos problemas en su vida matrimonial con Alma Mahler, que había abandonado toda actividad artística para dedicar su vida a su esposo. Intentando solucionar una crisis matrimonial de la pareja, Alma se retiró al balneario de Todelbad, allí conoció a Walter Gropius, la atracción fue mutua comenzando una relación epistolar que llegó a ser interceptada por Mahler, pero Alma no estaba dispuesta a abandonarlo. Estos hechos motivaron que la crisis matrimonial se agravara, a la vez, creció el interés de Mahler por su esposa, le pidió que no lo abandonara y llegó a acudir a una consulta con Sigmund Freud, decidió componer una sinfonía para ella, la Décima, que quedaría en su mayor parte inacabada. Al final del boceto escribiría la siguiente frase: "¡Por ti vivo! ¡Por ti muero! Almschi".
Mahler, era muy supersticioso respecto a las Sinfonías número 9, pensaba que, como le había pasado a Beethoven, no podría ir más allá de la Novena, "La canción de la tierra" la había bautizado como sinfonía pero no le había puesto número, pensando en que, con esta estratagema, había franqueado el fatídico número 9 se puso a trabajar en su sinfonía número 10. Como si sus temores fueran fundados esta última sinfonía quedaría inejecutable en su mayor parte.
Cuando falleció el compositor todavía no se había estrenado ni la Novena ni "La canción de la tierra". En 1924 su esposa publicó el adagio de la Décima, se trataba del Primer Movimento, (Adagio. Andante) el único que había quedado terminado, mientras que Ernst Krenek reconstruyó el Tercer Movimiento (Purgatorio) pero no se atrevió a hacer nada con los tres restantes, aún sabiendo que Mahler había previsto una sinfonía en cinco movimientos.
La obra inconclusa se ofreció a varios compositores, entre los que se encontraban Shostakovich y Schoenberg, para darse a la tarea de finalizarla, pero nadie quería hacerlo, hasta que en 1960 la BBC pidió a Deryck Cooke que hiciera un estudio de esta sinfonía inacabada, tras el cual éste decidió reconstruirla y el resultado se emitió por la radio con ocasión del centenario del nacimiento del compositor.
Con la colaboración de Alma, que en 1963 prestó manuscritos de Mahler, fue posible realizar una segunda versión estrenada en 1964, Alma, que había fallecido meses después de haber dado permiso a Cooke, no pudo escucharla. En los años setenta Cooke aún la retocaría en una tercera y última reconstrucción, de las suyas, puesto que existen versiones de otros composiores, aunque la de Cooke es la que más se interpreta. Opositores al trabajo de Cooke, además de Walter, fueron Bernstein, Solti, Boulez, Klemperer o Tennstedt, por el contrario la han interpretado directores como Sanderling, inbal, Levine, Martinon, Ormandy, Ratlle, Morris, Chailly, Gielen, Wyss, Harding y otros más. Lo sorprendente de esta Décima Sinfonía, sobre todo del único movimiento que nos ha llegado terminado, es que Mahler está experimentando con sus armonías cromáticas, con la atonalidad (el "flirteo con la tonalidad" lo llamó Bernstein) y el uso de disonancias, como si quisiera abrir una nueva vía, a saber por dónde hubieran ido los tiros si no llega a sufrir una muerte prematura.
El funeral de Mahler ocurrió un día muy lluvioso, el 22 de mayo de 2011 (murió el 18), con la presencia de sus principales discípulos: Bruno Walter, Otto Klemperer, Alan Berg, Arnold Schönberg (quien pintó su famoso cuadro fúnebre del evento y pusiera en el arreglo floral: San Gustav Mahler), entre muchos otros personajes artísticos importantes de la época.
La estructura de la Sinfonía No. 10 quedó definida de la siguiente manera:
I. Adagio (Andante)
II. Scherzo I (Cuarto Rápido)
III. Purgatorio (Allegro moderato)
IV. Scherzo II (Allegro Pesante, no demasiado rápido)
V. Finale (Lento y difícil)
El funeral de Mahler ocurrió un día muy lluvioso, el 22 de mayo de 2011 (murió el 18), con la presencia de sus principales discípulos: Bruno Walter, Otto Klemperer, Alan Berg, Arnold Schönberg (quien pintó su famoso cuadro fúnebre del evento y pusiera en el arreglo floral: San Gustav Mahler), entre muchos otros personajes artísticos importantes de la época.
La estructura de la Sinfonía No. 10 quedó definida de la siguiente manera:
I. Adagio (Andante)
II. Scherzo I (Cuarto Rápido)
III. Purgatorio (Allegro moderato)
IV. Scherzo II (Allegro Pesante, no demasiado rápido)
V. Finale (Lento y difícil)
Aquí está la versión de Cooke con la Orquesta Royal Conecrtgebow dirigida por Eliahu Inbal el 30 de junio de 2011. ¡Disfruten!
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