martes, 19 de junio de 2012

Cápsula Bíblica 491

Cada día, hay que pedirle al Señor que nos guíe, hay que entregarse en sus manos y renovar el deseo de ser instrumento de su misericordia. Leyendo la Escritura nos encontraremos con Él y nos contagiará de su amor para repartirlo al mundo entero. No olvidemos que somos discípulos y misioneros del Señor.

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