domingo, 17 de junio de 2012

Música de Elgar, Dvorak, Respighi y Vasks... El cello de Sol, Gabetta.

Sol Gabetta es una chelista argentina que nació en Villa María, Córdoba, Argentina en 1981 de ascendencia franco-rusa y que apenas hace poco escuché en el disco que recomiendo escuchar esta semana.

Tras realizar sus estudios en Buenos Aires, Madrid y Berlín, su salto a la fama internacional se produjo en el Festival de Lucerna tocando como solista con la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Valery Gergiev en el año de 2004.

Aunque está cerca de los 30, Sol conserva el rostro angelical y la alegría contagiosa de la infancia, al punto que resulta difícil entender cómo un espíritu tan jovial pueda interpretar el dramatismo que Elgar volcó en el concierto de Elgar que les invito a escuchar, una obra que, se dice, condensa la tragedia de la Primera Guerra Mundial.

El disco reúne a Elgar, Dvorak, Respighi y Vasks en una interpretación fastuosa de Gabetta, en la que, además, hace alarde de su voz. Ella misma dice: "Siempre me gustó cantar. Cuando era chica no jugaba a ser ama de casa con las Barbies, sino que armaba coros con mis Pini Pons. Formé mi primer coro a los cuatro años. Los del pelo rojo eran las tenores, los del verde era los bajos. Yo los dirigía. Quería mis Pini Pons para hacer obras corales grandiosas. Así que haber encontrado un Vasks que me permita cantar es un milagro".

Hablando del contenido del disco podemos empezar diciendo que el Concierto para violonchelo de Elgar es una obra bien conocida. La versión de Sol Gabetta reúne méritos más que suficientes para hacerse un hueco en una amplia discografía de violonchelistas atraídos por esta partitura, como Du Pré, Truls Mork/ Rattle o Yo-Yo Ma entre sus máximos representantes. Sol Gabetta muestra aquí un bellísimo sonido, un fraseo de gran expresividad y una amplia gama de sonoridades, luciendo además un gran dominio técnico que se traduce en una sensación de ternura y ligereza. El punto novedoso de esta versión está en los pasajes más melódicos y cantabiles, en los que Sol recrea con un fraseo de amplio vuelo, siempre perfectamente envuelto en la sonoridad blanda y mullida de la Orquesta Sinfónica Nacional Danesa (la orquesta tradicionalmente más importante de Dinamarca, heredera de una gran tradición que incluye al legendario Nikolai Malko y Herbert Blomstedt), que en este disco le acompaña dirigida por Mario Venzago, creando un cómodo colchón sonoro que permite a Gabetta cantar con libertad. La extraordinaria toma de sonido contribuye positivamente a esta versión sin aristas y eminentemente melódica del Concierto de Elgar, que hace más énfasis en la ternura de sus partes lentas que en la solemnidad presente en otras secciones.

Tres adaptaciones de piezas de Elgar se añaden a su famoso Concierto: "Sospiri", magistralmente cantada por la magnífica cellista argentina; la muy conocida "Salut d'amor" y la elegante "La capricieuse", en la que la cellista se luce con su dominio del arco y su amplísima gama de ataques y articulación. Características igualmente aplicables a las dos obras concertantes de Dvořák: "Bosques silenciosos" y "Rondo", y al infrecuente "Adagio con variaciones" de Respighi.

Pero ciertamente lo más interesante de los complementos ofrecidos está en el bonus CD, integrado por la obra Grāmata čellam (Libro de cello) del compositor letón Pēteris Vasks (1946) y que vale la pena escuchar. Se trata de un díptico para cello solo que contrapone la agitación de la primera parte al carácter desolado de la segunda, expresado a través de interesantes y atractivas sonoridades a las que se suma sorpresivamente la voz de la solista. Tras lucir el bellísimo canto de su violonchelo en el primer disco, Sol Gabetta nos demuestra que también sabe usar su voz para cantar, participando así como doble intérprete de esta atractiva obra, ejemplo de una contemporaneidad bien entendida, en la que el oyente al que va dirigida la creación musical es tenido en cuenta, tanto es así que el compositor Pēteris Vasks consigue emocionarnos con su música. Lo cual es un aliciente suficiente para escuchar este disco que se puede buscar en Internet.

Sol Gabetta toca con un violonchelo original del más famoso de los lutieres franceses, un J. B. Vuillaume de 1867, el cual le ha sido cedido gracias a los auspicios de la compañía suiza Crossair Airlines. El disco que hoy recomiendo escuchar es el sexto de su repertorio.

¡Disfruten la música!

Aquí comparto unos vídeos con el Concierto para violonchelo en Mi menor de Edward Elgar op.85:

La portada del disco:

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