La voluntad es el cauce por donde se afirman los objetivos, los propósitos y las mejores esperanzas, y sus dos ingredientes más importantes para ponerla en marcha son la motivación y la ilusión. La primera arrastra con su fuerza hacia el porvenir; la segunda es la alegría de llevar los argumentos de la existencia hasta el final.
El doctor Enrique Rojas, de quien ya hemos recomendado leer "El hombre light", nos ofrece en este texto una visión muy completa de lo que es la voluntad. La voluntad, dice el doctor Rojas, es casi tan importante como la inteligencia, cuando ha adquirido fuerza y vigor, se convierte en una ayuda valiosísima en el empeño de conseguir los ideales de la juventud y, también, los de la madurez; a continuar hacia adelante cuando surgen dificultades y los vientos son contrarios a nuestros deseos.
La voluntad es la piedra angular del éxito en la realización de la persona, porque hace al hombre valioso y le permite lograr sus objetivos. Este libro da las claves para fortalecerla y potenciarla a través del orden, la constancia y la disciplina.
Rojas nos invita a partir de una fuerte y clara motivación y de un orden, dejando en claro que la vida ordenada produce tranquilidad y sosiego. Por eso, cuando alguien se va acostumbrando a aplazar las tareas previstas, no se da cuenta de que por ese camino acabará debilitando su voluntad y que cada vez se verá más incapaz de sobreponerse a los momentos difíciles y de cansancio; cosa que sufre muchísima gente hoy.
La constancia constituye otro de los pilares de la voluntad. En la vida humana, el binomio orden-constancia es inseparable y habita en el hombre con voluntad, el cual está gobernado por una capacidad de perspectivas amplias, de ver a lo lejos, pero sin variar fácilmente los objetivos propuestos. Finalmente, es un gusto ver el lugar que en relación con la voluntad da Rojas en su libro. La alegría es otro aspecto que favorece la construcción de la voluntad.
Me parece una aportación maravillosa para el mundo de caos que estamos viviendo y en el que parece reinar el hombre con poca voluntad amenazado siempre porque se vuelve frágil y cualquier contratiempo, por pequeño que sea, lo hace desviarse de lo trazado. Hoy más que nunca hace falta el hombre de voluntad, de allí la importancia de educar la voluntad para ser artífices del cambio y no víctimas de arrebatos, desganos e indiferencia. Estoy seguro que este libro traerá un buen rato de lectura amena y formativa a la vez, ya que Enrique Rojas se caracteriza por escribir con sencillez y profundidad a la vez. La cultura del todo ya, rápido y sin esfuerzo, hace que el cultivar la voluntad sea algo que no tenga muchos adeptos. Con este libro, ya no es tan difícil.
Enrique Rojas,
"La conquista de la voluntad",
Ed. Temas de Hoy,
Madrid 2004,
244 páginas.
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