miércoles, 17 de abril de 2013

Cápsula Bíblica 792

Después de la resurrección de Cristo, los apóstoles —en especial Pedro y Pablo— predicaron por todas partes la Buena Nueva y acompañaron su predicación con admirables milagros y prodigios de santidad. Miles y miles fueron recibiendo la fe gracias a estos santos misioneros. Hoy nosotros somos también, como ellos, portadores de la Palabra, para llevar la salvación a todos los rincones del mundo y todos le conozcan y le amen.

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