Publicada
por primera vez en 1866, por entregas, en un periódico ruso, «CRIMEN Y CASTIGO»
es una de las novelas más influyentes e internacionales de la literatura rusa y una de las más grandes e imperecederas de la literatura
universal. La
influencia de Dostoievski es universal. Lectores, escritores y estudiosos, han
sentido su enorme capacidad de narrar historias. Esta fue la primera de las grandes obras de Dostoievski que se hizo célebre en el extranjero. El retrato psicológico del protagonista, así como
algunos de los diálogos entre personajes de «CRIMEN Y CASTIGO» están en la cima
de la literatura universal. Este es el libro del que quiero hablar este
domingo.
Ródion Raskólnikov,
el protagonista, es un estudiante que vive en San Petersburgo y que apenas
tiene para comer. Él elabora una filosofía de vida radical (raskolnik significa
"cismático" en ruso) que le lleva a una determinación práctica: el
hecho de asesinar a una vieja usurera —por considerarla un ser humano inútil
para la sociedad, un piojo que sólo puede entorpecer a quienes la
rodean— para que él y su familia solucionen sus problemas económicos.
Eso, el protagonista, lo considera no sólo como algo no reprobable, sino como
algo que es moralmente recomendable, porqué así el mundo se convertirá en un
lugar mejor. Sin embargo, en el momento de consumar el plan trazado, Raskólnikov
se ve obligado a asesinar también a la hermana de la usurera Aliona Ivánovna,
Lizaveta, ya que lo sorprende en el lugar del crimen y muy pronto
descubrirá, arrepentido, que la distancia existente entre plantear un proyecto
y culminarlo es abismal, y las consecuencias que el acto puede acarrear son
imprevisibles tanto en el mundo que le rodea como en el interior de su alma.
Fiódor
Mijáilovich Dostoievski (Moscú, 1921 — San Petersburgo, 1881), además de ser,
como he dicho, uno de los mayores exponentes de la literatura rusa, es uno de
los escritores que más lejos ha llegado en el análisis psicológico de sus
personajes. Al Papa Francisco le fascina leerlo, dice que es uno de sus
maestros.
Fiódor creció
entre pobres, pues su padre regenteaba un hospital de bajos recursos. Junto con
su hermano Mijail se sumió en un mundo de lecturas, principalmente Pushkin. La primera novela de Dostoievski, titulada
"Pobres gentes" (1844), fue acogida extraordinariamente bien por el
público y la crítica, pero sus siguientes obras "El doble" (1846),
"Noches blancas" (1848) y "Niétochka Nezvánova" (1849), a
pesar de ser interesantes, e incluso mejores que su debut, no fueron tan bien
acogidas por los contemporáneos del autor. En 1849, por formar parte del
círculo intelectual de Mijaíl Petrachevski, fue detenido y sentenciado a una
pena de prisión de cuatro años en Siberia y a la prestación de servicio militar
durante cinco años más. Después de una década de no publicar prácticamente
nada, Dostoievski volvió a escribir. Entre 1865 y 1868 escribió dos obras
sublimes, esta de «CRIMEN Y CASTIGO» y "El idiota". Su tercer gran
libro, "Los hermanos Karamázov", se publicó tan solo unos meses antes
de su fallecimiento en 1881.
Al leer «CRIMEN
Y CASTIGO» uno va descubriendo el producto de un genio cuyo mundo gira entre la
muerte y la locura, porque Dostoievski era una persona que retornaba vivo de
aquellos tenebrosos mundos (sus ataques) directamente para escribir historias
que también puedan ser devoradas por la juventud del siglo XXI. Y también porque
este hombre ha sido el escritor que ha compuesto los análisis psicológicos más
audaces y las caracterizaciones psicológicas más gloriosas. Sólo él puede
presentar a un juez de instrucción encargado de un caso de asesinato (Zamétov,
cuya raíz en ruso significa «observar»), quien se hace amigo del asesino, cosa
que siempre chocó en el mundo anglosajón. En un mundo dominado en la actualidad
por tanto loco que quebranta la vida y los derechos humanos de millones de
personas en nombre de la democracia, el genio de Dostoievski, imbuido por la
fe, ciento cincuenta años atrás nos dice aquí, a través de su protagonista
Raskólnikov: «Dios no permite semejantes horrores, pero permite otros. Tal vez
no haya Dios». Este personaje, Raskólnikov (raskólnik en ruso significa
apóstata), defiende que él no es un asesino por haber matado y robado a una
vieja usurera. ¿Quién está más loco y es más asesino? ¿Él, que sólo quiere
hacerse con tres mil rublos para labrarse un porvenir digno y huir del hambre
que le consume, o el admirado Napoleón (un político brillantísimo) que no duda
en acabar con tanta gente con tal de hacer avanzar a la Humanidad?
El tiempo de nuestro autor es una época dura, de
juventudes rusas con hambre de cambiar las estructuras feudalistas, que
mantenían a la inmensa mayoría de la población sumida en la miseria y la
desesperación. El extremo realismo conseguido por Dostoievski en su descripción
social, pero sobre todo interna, sino es que íntima de los personajes, sólo lo
pudo reproducir luego de experimentar en carne propia la más radical pobreza. El joven protagonista de la novela decide asesinar a la anciana usurera,
no con el fin de robarle sino de disponer de su dinero para algo bueno, incluso
haciendo a un lado su grave situación económica —lo que se refleja en el hecho
de que regala a una familia desconocida todo su dinero para que entierren al
padre, el oficial Marmeladov—, pero Raskolnikov, que se sentía un hombre “superior”
que había vencido los sentimientos, se ve perseguido por su arrepentimiento, lo
que le demuestra que no puede convertirse en un hombre superior y que por lo
tanto pertenece al tipo de hombre que tanto desprecia. Raskolnikov se entrega a
la autoridades aun cuando no existe ninguna prueba contra él y un inocente se
ha declarado culpable, víctima de las presiones policiales. Es enviado a las
cárceles en Siberia para cumplir su condena y Sonia (hija de Marmeladov) se va
con él a acompañarlo al presidio, en donde Raskolnikov se da cuenta de que la
ama y que quiere terminar su condena para vivir junto a ella. El
autor, en toda la obra, deja ser a los personajes pues sabe que la credibilidad
se logra con la honestidad.
La relación entre
la culpa y el castigo y la idea de la fuerza redentora del sufrimiento humano, aparecen
a lo largo de toda la obra, planteando con todo vigor el conflicto entre el bien
y el mal, ese dualismo ético que es una constante en la obra de Dostoievski.
Bajo el armazón naturalista de una novela de tesis, subyace en todo momento una
alegoría metafísica y moral. El glorioso escritor ruso observa en esta obra que
el castigo no intimida al criminal, pues éste de por sí pide ya moralmente un castigo.
Entre la ingente obra del novelista ruso, es este libro, sin duda, el de mayor
plenitud formal. Se puede conseguir en muy diversas ediciones.
La obra ha sido llevada
al teatro y al cine y en muchísimas adaptaciones. Entre muchas otras películas,
“Match Point” (2005) dirigida por Woody Allen, es la más reciente realización cinematográfica que está basada en
esta novela.
Fiódor Mijáilovich Dostoievski ,
"Crimen y Castigo",Colección "Sepan Cuantos 108"
Ed. Porrúa,
México 2005
494 págs.
494 págs.
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