domingo, 22 de septiembre de 2013

«EL CAMINO DEL CORAZÓN»... La espiritualidad de los Padres del desierto y nuestro mundo ajetreado

Recientemente, leyendo un pequeño librito de Henri Nowen llamado «EL CAMINO DEL CORAZÓN», encontré esta frase: "Acompañar desde la compasión es difícil porque requiere la disposición interna de ir con los otros, allí donde se sienten débiles, vulnerables, solos y rotos. Nuestra respuesta espontánea al sufrimiento del otro es intentar apartarle de él, huyendo o buscando una solución rápida. Como personas de apoyo, amigos o profesionales ocupados, activos y relevantes queremos sentirnos bien haciendo una contribución real efectiva. Es decir que lo primero y más importante es intentar hacer algo que muestre que nuestra presencia realmente marca una diferencia. Y así ignoramos nuestro mayor don, que es la capacidad de entrar con compasión en el dolor de aquellos que sufren." y pensé en tantas partes devastadas de nuestro querido México. Tal vez mucha gente se ha volcado en solucionar las urgentes necesidades materiales, pero... ¿cu'ando se habrá trabajado en los corazones que han sufrido todo esto?
 

Henri Nouwen, cuyo nombre completo era Henri Jozef Machiel Nouwen (Nijkerk, 24 de enero de 1932 – Hilversum, 21 de septiembre de 1996) fue un sacerdote católico holandés autor de más de 40 libros sobre Espiritualidad de los que he leído una buena cantidad.

Sus libros son muy valorados tanto por protestantes como por católicos. "En el nombre de Jesús", ""Payasadas en Roma", "La vida del amado", "El regreso del hijo pródigo" y El camino del corazón" son sólo algunos de sus títulos más reconocidos. Después de casi dos décadas como profesor en la Menninger Foundation Clinic de Topeka, Kansas (EE. UU.) y en las Universidades de Notre Dame, Yale y Harvard, abandonó su trabajo para compartir su vida con personas con discapacidad mental en la comunidad de El Arca de Daybreak en Toronto (Canadá). Murió en septiembre de 1996 por un ataque al corazón.
Nowen nos regala una obra maravillosa y curiosamente, a pesar de haber leído tanto de él, no he publicado nada. Hoy quiero, inspirado por este pensamiento con el que inicio mi comentario sobre el libro de la semana, hablar de este pequeño libro de sólo 79 páginas que Nowen escribió hace muchos años y que encontré en la biblioteca de nuestras hermanas Misioneras Clarisas de Santa Ana, en California.


Nouwen nos regala en pocas lineas una obra maravillosa que narra la experiencia de los antiguos padres del desierto, plantea las vías de acceso a Dios desde el corazón, desierto, silencio y oración.

Las reflexiones sobre los escritos de los Padres del Desierto, no sólo nos cuestionan, sino que nos abre las puertas a caminos concretos. Las tensiones y tentadoras presiones de la vida cotidiana, tan ajetreada y el permanente ruido interno y externo, se asemejan a la paganización que soportaron y de la que supieron hacerse a un lado aquellos padres del desierto luego de finalizada la primera gran persecusión de los primeros cristianos. En la cercanía de Dios, todo aquello que les rodeaba no fue capaz de apartar sus corazones de ir haciA el interior del hombre, al corazón del hombre y de la mujer que sufren no sólo por las inclemencias de fuera, sino del dolor interno que causa la lejanía de Dios.

Excelente, profundo y práctico, este librito abre mi caminar a compartir mucho más de lo que Nowen me ha dejado en su prolífera obra.

Parecería que la oscuridad es, en nuestros tiempos, más densa que nunca, que los poderes del mal —como afirma Nowen en su obra— sobresalen como nunca y que los hijos de Dios están siendo probados con la mayor severidad que registra la historia, pero la luz del amor de Cristo ha de brillar desde lo más profundo del corazón de aquellos que creemos en Él.


Henri J. M. Nowen,
"El camino del corazón",
Ed. Guadalupe,
Buenos Aires 1986,
79 páginas.

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