domingo, 14 de junio de 2015

«CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA»... Un regalo de san Juan Pablo II

Me he vuelto a encontrar con este libro que en 1994 mis queridísimas hermanas Misioneras Clarisas regalaron a mis papás con ocasión de no se que, porque está autografiado por ellas en ese mismo año. Lo he vuelto a saborear como si estuviera escuchando de viva voz al santo al que Dios tantas veces me concedió escuchar.

San Juan Pablo II segundo fue un hombre valiente que no tuvo miedo de cruzar ningún umbral, mucho menos el de la esperanza. Él afirmaba que para liberar al hombre del miedo de sí mismo, del mundo, de los otros hombres, de los poderes terrenos, de los sistemas opresivos, para liberarlo de todo síntoma de miedo servil ante esa fuerza predominante que el creyente llama Dios, era necesario desearle que lleve y cultive en su propio corazón el verdadero temor de Dios, que es el principio de la sabiduría. A mí, este año, en la repartición de los dones del Espíritu Santo, en esa vieja tradición que dejó nuestra fundadora la beata María Inés, me tocó precisamente este don, el Temor de Dios.

El santo Papa nos dice en este libro que el temor de Dios es la fuerza del Evangelio. Nos habla de un temor creador, nunca destructivo. Nos dice que viviendo bajo su influjo uno se deja guiar por la responsabilidad, por el amor responsable que nos va haciendo hombres santos, es decir, verdaderos cristianos, a quienes pertenece en definitiva el futuro del mundo.

«CRUZANDO EL UMBRAL DE LA ESPERANZA» está integrado por páginas que, estoy seguro, hablan por sí mismas; y que no tienen otra intención que subrayar —con el género literario «entrevista»—, la tarea del Sucesor de Pedro, maestro de la fe, apóstol del Evangelio, padre y al mismo tiempo hermano universal que vivió siempre de manera plena el don del Temor de Dios buscando agradar a Dios en todo lo que fue y en todo lo que hizo. En él sólo los cristiano-católicos ven al Vicario de Cristo, pero su testimonio de la verdad y su servicio en la caridad se extienden a todo hombre, como lo demuestra también el indiscutible prestigio que la Santa Sede fue adquiriendo en la escena mundial en aquellos años.

Estas sabrosas páginas han nacido de una vibración «kerigmática», de primer anuncio, de «nueva evangelización»; al acercarse a ellas, el lector sverá el signo distintivo de todo cristiano, y que aquí caracteriza profundamente a este «Siervo de los siervos de Dios».

Les invito a leer este libro en el que hay una revelación —directa, sin esquemas ni filtros— del universo religioso e intelectual de san Juan Pablo II y, en consecuencia, una clave para la lectura e interpretación de su magisterio completo.



Juan Pablo II,
"Cruzando el umbral de la esperanza",
Ed. Plaza & Janes,
México 1994,
222 páginas.

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