La tibieza, es el gran enemigo oculto del amor, un elemento que lo envejece y lo destruye. La tibieza se asemeja a esas enfermedades silenciosas que se van extendiendo poco a poco por todo el organismo y quien la padece apenas se da cuenta de su situación hasta que se encuentra invadido por ella.
Esta semana les comparto un libro sobre este tema «LA TIBIEZA», una obra de uno de los escritores de espiritualidad contemporánea más atractivo y más leído, Francisco Fernández Carvajal, quien nos resalta la alegría incomparable que supone seguir a Cristo, y la tristeza de un corazón dormido, que ha olvidado cómo se ama.
En poco menos de 200 páginas, el autor nos resalta la alegría incomparable que supone seguir a Cristo, y la tristeza de un corazón dormido, que ha olvidado cómo se ama. La tibieza, dice el autor, es una parálisis espiritual, una enfermedad del alma. Esa debilidad de las fuerzas del alma es consecuencia de la falta de ilusión, porque no se tiene en cuenta el amor que Dios nos profesa y, por lo tanto, no se encuentra aliciente para comportarse como a Dios le gusta. La tibieza es "una cierta tristeza, por la que el hombre se vuelve tardo para realizar actos espirituales, a causa del esfuerzo que llevan consigo" (Sto. Tomás de Aquino).
El autor nos habla de esa tibieza que nace de la dejadez prolongada en la vida interior; que nace de sucesivas transigencias, cediendo fácilmente ante los pecados veniales. Y todo ello porque no se tiene a Dios suficientemente presente y se le da poca participación en la vida, quizá pensando en Él, como muchos que se dicen "creyentes", sólo en esas cuantas ocasiones destacadas; pero no en las peripecias y las coyunturas que entretejen los días corrientes.
Leyendo este libro se puede uno dar cuenta de lo peligroso de la tibieza, como una fuerza que va jalando hacia una pendiente inclinada, que va alejando poco a poco, y cada vez más, de Dios. Además, Fernández afirme que la tibieza es un enemigo poderoso, pues incluso las personas que llevan una vida piadosa, y frecuentan los Sacramentos, pueden verse atacadas por este mal.
En cada uno de los capítulos de este libro, el autor va estudiando los diferentes aspectos y las distintas manifestaciones de la tibieza; al mismo tiempo, después de un diagnostico acertado, lleva al lector por caminos de aliento, ofreciéndole las recetas que, como buenas medicinas, le pueden hacer reaccionar y descubrir la grandeza y las alegrías que hay en el amor de Dios. Acaba recordándonos que: "El amor a nuestra Madre será soplo que encienda en lumbre viva las brasas de virtudes que están ocultas en el rescoldo de tu tibieza".
¡Disfruten de este libro en cuanto puedan!
Francisco Fernández Carvajal,
"La Tibieza",
Ed. Palabra,
Madrid, 12 Ed.
175 páginas.
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