domingo, 23 de septiembre de 2018

Cápsula Bíblica 2757

La lactura de la Biblia nos pone en contacto con el pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, un pueblo que tiene conciencia de ser un pueblo elegido, pero que aprende ésto muy lentamente, con muchas quejas y a regañadientes... ¡cualquier parecido con lo que vive un cristiano no es mera coincidencia! Este pueblo camina a ras de la tierra y es tan humano y pecador como cualquier otro. Sin embargo, Dios lo dirige constantemente -como a nosotros- para que sirva de modelo a todas las naciones de la tierra.

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