El Primer Concierto para piano de Manuel M. Ponce, ((Fresnillo, Zacatecas, 8 de diciembre de 1882 - Ciudad de México, 24 de abril de 1948), durante muchos años fue considerado como el único que el compositor hiciera para ese instrumento, hasta que se descubriera la versión inacabada de un segundo. Este concierto es quizá la obra más importante de su fase romántica. Manuel M. Ponce empezó a componer piezas para piano cuando tenía nueve años de edad, y a lo largo de los siguientes 57 años llegó a escribir casi doscientas obras —desde danzas, minuetos y valses hasta mazurcas, preludios, sonatas, un concierto terminado y otro inconcluso— que reflejan no solo su conocimiento y dominio, como intérprete, de las posibilidades expresivas de dicho instrumento, sino también las etapas estilísticas en que puede dividirse su labor como compositor. Toda su obra para piano está grabada desde 1997 por el pianista mexicano Héctor Rojas (1942), quien llevó a cabo esta mastodóntica tarea editada en siete discos compactos bajo el sello Tempus Clásico (y después distribuida por Sony).
A la manera de Liszt, los cuatro movimientos de este concierto, están ligados entre sí formando un solo movimiento de tipo sonata. El pianismo desbordado de esta obra bellísima, pone de manifiesto la enorme inventiva temático–armónica de un compositor que se escucha maduro, liberado de cualquier andamiaje. Ello permite un discurso fluido, variado y sugerente que envuelve desde el inicio.
El Allegro inicial, de carácter vigoroso, presenta el primer tema de una exposición; en el Andante, de expresión romántica, aparece el segundo tema; y el tercer movimiento, que ocupa un lugar de Scherzo, finaliza la exposición. Como cada tema se desenvuelve en su respectivo movimiento, Ponce suprime el procedimiento de desarrollo (fundamental en la forma sonata) y es principalmente en la cadencia del piano donde se presenta la recapitulación de todos los temas. El cuarto movimiento constituye una extensa coda. También apegado al “principio cíclico” de Liszt, Ponce hace surgir los temas de cada movimiento, de las transformaciones rítmicas y melódicas que contiene el tema inicial, recurriendo a procedimientos de inversión (tercer movimiento) y por medio de saltos de octavas en el Allegro final. El primer tema, que parece evocar a la Sonata en Si menor de Liszt, se convierte en una romántica canción mexicana en el Andantino, y adquiere un carácter de danza tropical y de ritmo sutil en el Allegretto.
¡Escuchen y disfruten!:

No hay comentarios.:
Publicar un comentario