Cápsula Bíblica 2800

Los profetas tienen un papel muy importante en la fe bíblica. Su acción se lleva a cabo en la historia y, al mismo tiempo, constituye una interpretación de la intervención divina en la historia misma. El profeta bíblico no es tanto aquel que «ve el futuro» —según la aceptación más común—, sino el que amonesta al pueblo de Israel, lo guía cuando es necesario y lo pone en guardia sobre las consecuencias de su infidelidad a Yahvé.