martes, 13 de noviembre de 2018

Cápsula Bíblica 2807

Los tres primeros capítulos del libro de Judit montan el escenario de la acción liberadora de Dios a través de esta sensacional mujer. Cuesta trabajo entenderlos, pues el autor utiliza nombres arbitrarios y confunde a propósito personajes, lugares, fechas y situaciones para no hablar directamente de sus enemigos. Describe a Nabucodonosor como enemigo personal de Dios y a Holofernes como su lugarteniente, cuando en realidad habla del dominio de los griegos seléucidas, no del imperio babilónico. Judit desafía a quienes se daban por vencidos y no tenían confianza en Dios, toma fuerzas de su oración y usa todos los recursos para vencer al enemigo, ya que no solamente se trataba de vencerlos físicamente, sino de mantener la fe y la fidelidad a Yahvé en medio de la cultura griega. En el fondo, la meta del autor, de este libro, inspirado por Dios, es reafirmar que los poderosos no son los peores enemigos, sino la infidelidad que interrumpe la acción del poder libertador de Dios.

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