El Concierto para violín en mi menor, Op. 64 es la última gran obra orquestal del compositor alemán Felix Mendelssohn (1809–1847). Esta obra, que es uno de los conciertos más conocidos para ese instrumento y en la actualidad forma parte importante del repertorio de violín tiene una duración de casi media hora.
Mendelssohn originalmente prometió un concierto para violín en 1838 a un amigo suyo, Ferfdinand David, que era un consumado violinista de su época. Sin embargo, la obra tardó seis años en completarse y no fue estrenada sino hasta el año siguiente, en 1845. Durante este tiempo, Mendelssohn se carteó con regularidad con David, en busca de consejos para el concierto. La composición fue inicialmente bien recibida y pronto fue considerada como uno de los conciertos para violín más grandes de todos los tiempos. Así, la obra se convirtió en uno de los primeros conciertos para violín de la época del Romanticismo e influyó en las obras de varios compositores contemporáneos y posteriores.
A pesar de que el concierto consta de tres movimientos en la estructura típica rápido-lento-rápido y cada movimiento sigue la forma tradicional, la obra fue innovadora porque incluía características nuevas para la época. Como aspectos distintivos se destacan la entrada inmediata del violín al comienzo y el enlace entre movimientos sin solución de continuidad.
Escuchen esta belleza de concierto:
Mendelssohn originalmente prometió un concierto para violín en 1838 a un amigo suyo, Ferfdinand David, que era un consumado violinista de su época. Sin embargo, la obra tardó seis años en completarse y no fue estrenada sino hasta el año siguiente, en 1845. Durante este tiempo, Mendelssohn se carteó con regularidad con David, en busca de consejos para el concierto. La composición fue inicialmente bien recibida y pronto fue considerada como uno de los conciertos para violín más grandes de todos los tiempos. Así, la obra se convirtió en uno de los primeros conciertos para violín de la época del Romanticismo e influyó en las obras de varios compositores contemporáneos y posteriores.
A pesar de que el concierto consta de tres movimientos en la estructura típica rápido-lento-rápido y cada movimiento sigue la forma tradicional, la obra fue innovadora porque incluía características nuevas para la época. Como aspectos distintivos se destacan la entrada inmediata del violín al comienzo y el enlace entre movimientos sin solución de continuidad.
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