viernes, 9 de diciembre de 2011

Cápsula Bíblica 298

La Iglesia, como comunidad de salvación, no tiene otra finalidad que la de difundir la Palabra de Dios entre todos los pueblos de la tierra. A esta tarea se le llama «evangelizar» y la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia, por eso se entienden las ansias misioneras como la de la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento que dice: "¡Que todos te conozcan y te amen, es la única recompensa que quiero! "

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