lunes, 19 de diciembre de 2011

Cápsula Bíblica 308

Trata de organizar tu vida de tal manera que todos los días encuentres un espacio por lo menos de 5 a 10 minutos para leer la Biblia. Busca un lugar tranquilo, lee sistemáticamente, no saltando de una parte a otra, ni abriendo el libro al azar. Nunca leas la Biblia para satisfacer tu curiosidad o sólo para saber más, sino para indagar lo que Dios quiere decirte, pues la Biblia es la Palabra de Dios, es la carta que Él envía a sus hijos. En la lectura de la Sagrada Escritura no busques ciencia, sino sabiduría. No tengas miedo de subrayar y poner anotaciones en tu Biblia. La Biblia no es un libro para guardar, sino para ser leída, meditada y estudiada. Dice san Jerónimo: «No debes retirarte al descanso nocturno sin haber llenado tu corazón con una pequeña parte de la Palabra de Dios».

No hay comentarios.:

Publicar un comentario