domingo, 23 de diciembre de 2012

Cápsula Bíblica 677

El mensaje espiritual que deja la Sagrada Escritura en el corazón de quien la lee, es siempre doble: personal y comunitario. Primero es personal, porque va dirigido a quien lee y reflexiona aquello, con el fin de darle felicidad temporal y eterna; para ello Dios se presenta como Creador y como Padre que acompaña y forma a Jesús en el lector. Segundo, el mensaje es también comunitario, porque está dirigido al «Pueblo de Dios», personificado en el Antiguo Testamento en Israel y en el Nuevo Testamento en la Iglesia fundada por Cristo. Este pueblo, y por supuesto cada integrante de este pueblo, será el encargado de transmitir al mundo la Buena Nueva, para que este mundo, salido de la mano de Dios, no perezca sino que se salve y tenga vida en abundancia.

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