domingo, 8 de junio de 2014

Cápsula Bíblica 1207

Toda precipitación en la lectura de la Biblia es inútil. La lectura de la misma debe dejar paz en el corazón, no el reto de haber leído más palabras por minuto. El Espíritu Santo guía a cada uno en este caminar, y si es su deseo, en una luz más intensa para seguir avanzando en el camino de la fe. El espíritu de oración no debe faltar nunca en cada lectura, para de allí pasar al estudio y meditación de la palabra escuchada.

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