Cápsula Bíblica 1337

Dicen por allí que la sabiduría del pueblo es el gran secreto de su propio triunfo, y que su victoria será vida para unos y decepción desesperada para otros. Los profetas nos enseñan a buscar la verdad y defenderla al mismo tiempo que se crece y se defiende la fe en Dios. El profeta Isaías, por ejemplo, es un hombre que habla al pueblo, que lo anima, que sabe que si sigue los caminos de Dios prosperará, tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. (ver Isaías 52,13).