domingo, 19 de octubre de 2014

«Peer Gynt»... Una obra imprescindible de Grieg

Esta semana les invito a escuchar la obra «Peer Gynt». Una composición de Grieg, tal vez la más importante de este autor y que está dividida en dos suites:  la Suite n.º 1 op. 46 y n.º 2 op. 55.

Grieg compuso esta suite para musicalizar la obra teatral del mismo nombre escrita por el gran dramaturgo Henrik Ibsen, compatriota suyo. La pieza es una obra central de la literatura noruega entre el romanticismo y el realismo. Aparte del fino autoanálisis que contiene, está traspasada de fe y alegría, resultando una obra llena de color, movimiento, fantasía, ingenio, ironía y lirismo. El argumento de la obra está basado en las andanzas de Peer Gynt, personaje ambicioso y extraordinariamente imaginativo, que recorre el mundo protagonizando fantásticas aventuras. 

Peer Gynt cuenta la historia de un muchacho que siempre fantasea. Quiere ser mucho, pero nunca llega a cumplir sus ideales. En cierta ocasión va a la boda de Ingrid, donde se enamora de Solveig, pero ésta se asusta de Peer al ver su conducta disipada. Por despecho rapta a Ingrid, recién casada y huye con ella a la montaña en donde vuelve a enredarse en un nuevo problema. Peer Gynt se casa con la hija del Rey de la Montaña, a cambio del reino que le ofrecen por dote. Los duendes, gnomos... le van imponiendo condiciones, que irá aceptando, hasta que se proponen quitarle su libertad y convertirlo en duende. Peer se resiste, pelea, escapa, pero ya es demasiado tarde porque lleva en sí el estigma de los duendes. Después de muchas vicisitudes regresa a Noruega; allí aparece  el Fundidor, personaje simbólico que pone fin a tan atrapante drama. 

Es conocidísimo el episodio de «En la gruta del rey de la montaña» describe al protagonista adentrándose en los dominios del rey para seducir a su hija y, tras haber conseguido su propósito, emprender la huida. Sin embargo, Peer empieza a sentir que miles de ojos inyectados en sangre se fijan en él... Son los trols del rey, ansiosos por arrojarse sobre él y exigiendo cada uno la parte de Peer que quiere devorar. Incluso un anciano sugiere que traigan hielo para mantenerlo fresco. Aunque la ejecución del fragmento completo sólo dura dos minutos, ha alcanzado la categoría de icono en la cultura popular.


Con la música de Grieg, la representación de Peer Gynt se convirtió en el drama nacional noruego, ocupando una posición en la conciencia noruega comparable al Fausto de Goethe en Alemania y al Hamlet de Shakespeare, en Inglaterra. Grieg escribió dos “suites” del drama, para que la misma  con tan bello argumento y desarrollo se pudiera ejecutar con o sin la representación teatral.


Una versión simpática de «En la gruta del rey de la montaña» con imágenes de Walt Disney:

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