sábado, 24 de octubre de 2015

Cápsula Bíblica 1709

No cabe duda que el maná del desierto (Éxodo 16) del que nos habla la Biblia, prefigura a nuestro Señor Jesucristo como el «pan de vida». Jesús hace una conexión entre los dos en Juan capítulo 6. Él hace referencia al maná del desierto, y luego dice que su carne es el verdadero maná. Bien, el maná del desierto fue colocado dentro del Arca de la Antigua Alianza. Ello prefigura a Jesucristo mismo (el verdadero maná del Nuevo Testamento) que estuvo contenido en el seno de María, la madre de Jesús.

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