sábado, 7 de noviembre de 2015

Cápsula Bíblica 1723

Hay gente que se pregunta qué itinerario es mejor para conocer más la Palabra de Dios. Un católico debe empezar por el Evangelio. Tomar un Evangelio, profundizar en él con la meditación, la oración, aplicarlo a la propia vida. Esto es lo primero y esencial. Pero el Evangelio mismo remite al Antiguo Testamento. Jesús es el mesías prometido. Por tanto, es útil leer los textos proféticos, en especial los que son mesiánicos. Los salmos son útiles para la oración pero hay que decir que no siempre tienen el espíritu evangélico. Por tanto, hay que hacer una distinción. Algunos salmos están llenos de imprecaciones contra los enemigos, por la época en que están escritos y están muy lejos del precepto de Jesús de amar a los enemigos y de rezar por ellos. Está claro que un lector incipiente de la Biblia, necesita ayudas que le presenten los textos y los pongan al alcance de su inteligencia, de su capacidad de comprender y vivir.

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