domingo, 8 de noviembre de 2015

«EL CHUECO»... Ballet de Miguel Bernal Jiménez

«EL CHUECO» (1950-1951), fue uno de los grandes triunfos del ballet del México de la década de 1950. Es composición de Miguel Bernal Jiménez, uno de los más grandes compositores mexicanos, que es mucho más conocido por sus composiciones de música sacra.

Bernal Jiménez, fervoroso católico y amante del nacionalismo en la música. Ambas cosas, que para cualquiera podrían parecer dispares, nutrieron la imaginación de Bernal Jiménez con fuerza, con un estilo inconfundible, pleno de una originalidad muy especial. En este sentido, el poeta Manuel Ponce escribió que: “No era simple versatilidad de espíritu el poder fraguar, como él lo hacía, lo mismo sonecillos populares, propios de flautas y chirimías, que majestuosas fugas y cantatas a los acordes de órganos y violas celestiales; lo mismo villancicos navideños y cuartetos virreinales (donde brinca la gracia de una A la víbora, Víbora de la Mar…) que los silbos prolongados en un Himno de los bosques, las añorantes Tres cartas de México, el amor visceral de la ópera Tata Vasco, la fusión del humanismo cristiano y mexicano de Los tres galanes de Juana.”

«EL CHUECO» surgió gracias al extraordinario auge que protagonizó la escena dancística mexicana especialmente en la década de 1950. Este ballet constituye una fascinante amalgama de elementos colorísticos muy populares, en donde se pueden escuchar motivos festivos que aderezan una trama que, aunque parezca terrible, tiene un final feliz. En ella, se habla de un niño paralítico (el Chueco) que sueña por su bienestar y es apoyado por su protectora. Todas las añoranzas del niño se hacen realidad paulatinamente y encuentra un momento feliz de su vida al participar de la algarabía de las fiestas de su pueblo con la gente que lo ha visto crecer, reconciliándose con la vida.

La sabia y brillante orquestación que propone Bernal Jiménez en este ballet posee un dinamismo instrumental, en el que el musicólogo Dan Mälmstrom ha querido encontrar rasgos de la orquestación y de la música de Stravinsky (Petrushka) y si bien no está lejos de poseer cierta razón, «EL CHUECO» pierde sus ataduras con Stravinsky por su mexicanismo natural y su estructura. Todas las ferias del mundo se parecen, pero las ferias y los circos pueblerinos mexicanos son únicos. Y ello está idealmente descrito en esta obra.

La obra se estrenó en la temporada de otoño 1951 del Ballet Mexicano en el Palacio de Bellas Artes. El éxito definitivo de este ballet permanece hasta nuestros días, aunque desafortunadamente (como muchas de los ballets surgidos en aquella “época de oro” de la danza mexicana) hoy día son casi ignotas en los escenarios para ballet. Sin embargo, la difusión de la partitura como música puramente orquestal está vigente, y de ello también dan cuenta las innumerables grabaciones que, al paso de los años, se han realizado de El Chueco.

Les invito a escuchar este bellísimo ballet.


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