domingo, 21 de febrero de 2016

Las «Florecillas» de San Francisco»...

Hoy quiero hablar y recomendar un libro que leí desde pequeño, una joya literaria del santo preferido de mi padre, una obra escrita hace 750 años a la luz de la Toscana y del recuerdo de este santo que, ahora, ha inspirado también al Papa actual: "Francisco de Asís".

Si nunca han leído las «Florecillas» de San Francisco... ¡hay que leerlas ya! Las «Florecillas» no son solo una biografía de San Francisco, sino más bien una historia de la orden franciscana en sus primeros momentos con sus aciertos y errores. Es un libro muy bello, con muchas historias interesantes y que dejan huella en el lector. Debe tener más de hagiografía que de biografía, pero realmente merece la pena ser leído y meditado. San Francisco de Asís, pobre entre los más pobres es una figura que debe ser muy atractiva en estos tiempos para los creyentes y por ello merece la pena profundizar en su vida.

El anónimo autor de las «Florecillas» (Aunque se atribuyen al Santo y a sus primeros compañeros) esboza en sus páginas el retrato épico de una parte de la Orden franciscana, constituida por un grupo de frailes, algunos de los que desde el primer momento siguieron de cerca a Francisco, gozaron más íntimamente del encanto de su compañía, se adentraron en los secretos de su vida interior y se estremecieron de veneración al verlo sellado con los estigmas de la pasión. 

“Este libro contiene –así reza el encabezado– ciertas florecillas, milagros y ejemplos devotos del glorioso pobrecillo de Cristo messer San Francisco y de algunos de sus santos compañeros”. El libro está estructurado en 53 capítulos, recopila diversos episodios de la vida de san Francisco y de algunos de sus compañeros y discípulos posteriores. En una serie de relatos sueltos, va describiendo un mundo transfigurado en el que también uno puede habitar, en el que ya, seguramente, habita y sueña despierto el niño interior que llevamos dentro. Además incluye las cinco consideraciones acerca de la impresión de las llagas de Cristo en el cuerpo del santo sobre el monte Alverna.

Hoy, en medio de un  mundo globalizado que ha confundido los valores y se debate por un lado ante el terrorismo, la delincuencia organizada y la persecución religiosa por un lado y el consumismo, la competencia desleal y el materialismo desmedido por otro no estamos, se puede decir que no estamos para cándidas florecillas, para fábulas milagreras ni cuentos moralistas. ¡No estamos para eso, pero las «Florecillas» son otra cosa! Son relatos que rezuman frescura, sencillez, libertad, esperanza. Son letras que irradian, sobre todo, alegría y bondad y también mucho inconformismo. Las «Florecillas» son menos cándidas y más subversivas de lo que parece, pero no hay en ellas ni pizca de amargura. Son como el Evangelio de Jesús... ¡Siempre alegre! Francisco y sus compañeras nos hablan a nosotros, hombres de hoy que nos resistimos a una experiencia impersonal y numérica. Hombres prisioneros de tantas conquistas científicas y técnicas que nos hacen añorar ese clima de sencillez y hasta de ingenuidad donde las ciencias, el poder y las riquezas materiales son "cosas de este mundo" al servicio de lo único necesario y absoluto: conocer, amar y servir a Dios, y gozarlo luego en la Vida Eterna. 

Eso quiso Francisco de Asís y eso quiere Francisco el Papa: Vivir el Evangelio de la alegría de Jesús, junto con los hermanos a quienes fue contagiando (aunque a Francisco nunca se le ocurrió, por cierto, hacer eso que hoy llamamos “Pastoral vocacional”). Las «Florecillas» nos muestran a un santo que quiso vivir el Evangelio sin glosas y sin reglas complicadas, sin conventos ni moradas estables, sin nada, caminando de aldea en aldea, conviviendo con los últimos y trabajando con sus manos, pidiendo limosna solo cuando el trabajo no les daba para comer, e invitando a todos a perdonarse a sí mismos y a los otros, a vivir en paz con todas las criaturas, a ser hermanos y menores, a cuidarse los unos a los otros, a ser felices con poco, y a no querer más. Eso es todo. Por eso «Las Florecillas» siguen siendo, hasta el día de hoy, una clara protesta, una provocación profética, pacífica y enérgica, contra el poder, la riqueza y todas las convenciones sociales, contra el mundo de los poderosos de entonces y de hoy.




Francisco de Asís y compañeros,
"Florecillas",
Ed. San Pablo,
Argentina,
256 páginas.

1 comentario:

  1. No cabe duda que de la abundancia del corazón habla la boca y escribe la mano y comparte el alma... Corazones generosos para compartir este tesoro espiritual "Las Florecillas" de San Francisco. El Señor le bendiga hoy y siempre. Hasta pronto.

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