domingo, 9 de abril de 2017

Cápsula Bíblica 2240

El libro del Deuteronomio identifica al pueblo de Israel con un grupo de «árameos errantes» (Dt 26,1). Eran familias de pastores que vagaban por las regiones llanas entre los desiertos y las tierras agrícolas, llamadas estepas. En ese ambiente encontramos las historias de Abrahán, Agar y Sara; También la de Isaac y Rebeca; la de Jacob, Lía y Raquel. Vivían deambulando de un pastizal a otro, cambiando según la estación del año. Criaban ovejas y cabras y se movían a partir de la necesidad de agua y de pasto para los rebaños (Gn 13,5-11; 26,12-33). A ese fenómeno de migraciones por dependencia de clima, de lluvias o de sequía la llamamos trashumancia. En las épocas más calurosas del verano, los pastores se aproximaban más a los centros habitados. 

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