domingo, 16 de abril de 2017

Cápsula Bíblica 2247

La resurrección corporal de Jesucristo fue necesaria para cumplir la profecía, para completar la obra de la cruz (Romanos 4,25), y para elevar a Cristo a su presente obra en el cielo. El cuerpo resucitado de Jesucristo era real. No era un espíritu (Lucas 24,39). Fue el mismo cuerpo que había sido crucificado, porque tenía las marcas de los clavos y la herida en su costado (Juan 20,27). Él se ha quedado ahora vivo para nosotros en la Eucaristía.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario