lunes, 24 de abril de 2017

Cápsula Bíblica 2255

La Biblia se escribió por inspiración divina; por consiguiente, se comprende mucho mejor cuando invocamos la asistencia del Espíritu Santo. En el Antiguo Testamento, aprendemos acerca de un sacerdote llamado Esdras, que «había preparado su corazón para inquirir la ley de Yahvé» (Esdras 7,10). Cada vez que oramos cuando vamos a leer las Escrituras, preparamos nuestro corazón para hacerlo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario