domingo, 3 de junio de 2018

Cápsula Bíblica 2646

Dios, como un padre amoroso, fue preparando a su pueblo y conduciéndolo de manera lenta al conocimiento de que la salvación no tiene fronteras, es un don para todos los hombres y mujeres del mundo. Esto aparece entre sobras desde el tiempos de Abraham: «En ti serán bendecidas todas las naciones de la tierra» (Gn 12,3). Poco a poco en medio de dificultades y tropiezos, Israel y la comunidad cristiana hemos ido descubriendo que el amor de Dios, manifestado plenamente en su Hijo, es para todos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario