martes, 17 de julio de 2018

Cápsula Bíblica 2690

Todos cristianos somos los únicos que reconocemos la existencia del Espíritu Santo. Hay que recordar que Jesucristo es el tema central de toda la Biblia y que no conocemos el nombre del Espíritu Santo. Estamos para decir lo que es Él, quién es ÉL y qué hace. El silencio de las Escrituras concerniente a su nombre personal es significativo. Él oculta su propio nombre para que el nombre y la obra del Señor Jesucristo puedan ser exaltados (cf. Jn 15,26).

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