viernes, 22 de abril de 2011

Cápsula Bíblica 68

Dios es más fiel al hombre que el hombre mismo. Así, mediante la Muerte y la Resurrección de Jesús, a la ANTIGUA ALIANZA con el pueblo de Israel sucedió una NUEVA ALIANZA, un nuevo pacto de amistad que transformó radicalmente las relaciones de Dios con la humanidad. Por los profetas, Dios forma a su pueblo en la esperanza de la salvación, en la espera de una Alianza nueva y eterna destinada a todos los hombres, y que será grabada en los corazones. Los profetas anuncian una redención radical del pueblo de Dios, la purificación de todas sus infidelidades, una salvación que incluirá a todas las naciones. Serán sobre todo los pobres y los humildes del Señor quienes mantendrán esta esperanza. En Cristo pues, el hombre tiene acceso al Padre: En Él y por Él puede participar de su vida, y puede realizarse según el plan que Dios dispuso para Él desde el principio.

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