jueves, 7 de febrero de 2013

Cápsula Bíblica 723

Lo primero que uno se debe preguntar al leer un texto bíblico no es qué dice aquí, sino ¿qué quiso decir el escritor inspirado por Dios, cuál es la situación del autor sagrado del trozo que estoy leyendo? Exactamente lo mismo que cuando leo una fábula de Esopo (autor griego del siglo VI antes de Cristo) y no me pongo a pensar si es una zorra la que habla en la fábula y que las zorras no hablan, sino pienso en lo qué me quiso decir el autor de la fábula. Así la leer la Biblia hay que preguntarse: ¿qué quiso decir el autor en su tiempo y que me quiere decir ahora? ¿En qué afecta a mi fe lo que dice este libro que leo, este trozo? Y eso porque la Biblia no es para sabérsela toda de memoria, sino para hacerla vida.

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