domingo, 10 de febrero de 2013

CARMINA BURANA... música para unos días de carnaval

Los días que anteceden al «Miércoles de Ceniza», están marcados en muchas partes por los llamados "días de carnaval", que, cuando el arte se mantiene en sus cánones, la moral en sus sitio y el respeto en donde debe estar, estas fiestas que preparan a una Cuaresma de penitencia y abstinencia como camino a la glorificación de Cristo en la Pascua, se convierten en días de convivencia y alegría, y según decía Demócrito: "Un pueblo sin alegría sana, es un pueblo triste".

Este domingo propongo unos días de carnaval, hasta el martes próximo escuchando y viendo «Carmina Burana», la cantata escénica del compositor Carl Orff (1895-1982) y dirigida por Seiji Ozawa (Shenyang, 1935), el músico y director de orquesta japonés de origen chino director titular de la Sinfónica de Boston, considerada una de las grandes orquestas del mundo. Al frente de esta orquesta, Ozawa ha realizado un trabajo excepcional, no sólo en lo que se refiere a la grabación de discos, sino en el ingente número de conciertos que ofrece anualmente por todo el mundo, puesto que su actividad no se ha limitado a los Estados Unidos, sino que se extiende por Sudamérica, Europa, China y Japón.

«Carmina Burana» (se pronuncia "kármina"), es una colección de cantos goliardos de los siglos XII y XIII que se reunieron en un manuscrito encontrado en Benediktbeuern, Alemania, en el siglo XIX. Creo que todo mundo habrá escuchado la parte más conocida, que es la que abre y cierra la obra: "Fortuna Imperatrix mundi". Esta parte de la obra aparece en una que otra película, en algún anuncio comercial, entre otros espacios. Orff subtituló la obra como: Cantionibus profanae cantoribus et choris cantandae comitantibus instrumentis atque imaginibus magicis. Esto es: “Canciones profanas para solistas y coro con acompañamiento para instrumentos e imágenes mágicas”.

«Carmina Burana» literalmente significa: “Poemas o canciones de Beuren”. La obra fue estrenada en 1937, está basada en textos escritos en latín y en alemán antiguo durante el s. XIII. El título con el que es reconocida en todo el mundo está compuesto de dos palabras en latín: "Carmina" que significa, como ya dijimos: cantos, poemas y "Burana", que es la forma latinizada del nombre del lugar, Beuren, Baviera, donde estaba el convento donde fueron hallados en el s. XIX dichos textos. De la colección completa de los Carmina burana, Orff escogió 25 canciones y las ordenó de modo que pudieran ser representadas en un escenario.

Estos cantos son atribuidos a los monjes goliardos, que eran monjes cultos, itinerantes, exclaustrados (es decir, que vivían fuera de sus conventos); se dice eran afectos a la comida, al vino y a las mujeres. Uno de los orígenes posibles de su nombre es precisamente una derivación de gula. En sus textos proclamaban, quizás a manera de protesta, todo lo que la Iglesia de aquel tiempo censuraba. Confesio Goliae, uno de los Carmina, es una especie de manifiesto de lo que son los monjes goliardos, en sus propias palabras. Una de sus características es el ingenioso humor con el que abordan diversos temas; entre ellos la exaltación del amor sensual, jovial, la bebida, el gozo de la vida, la variabilidad de la «Fortuna», así, ¡con mayúscula!, pensada como una deidad en cuyas manos está el mutable destino de los mortales. Ella es el tema de las dos piezas iniciales: Fortuna Imperatrix mundi (O Fortuna)  y Fortuna plango vulnera.

Esta obra es una de las piezas emblemáticas del siglo XX a nivel mundial. Sus representaciones escénicas, tal como lo anunciaba su título original, son una mezcla de coros, instrumentación e imágenes que siguen deleitando a todo aquel que las presencia. De hecho el viernes pasado la Orquesta Sinfónica Nacional de México (OSN), bajo batuta de su director artístico Carlos Miguel Prieto, inició su temporada anual de concierto 2013 con esta obra. El Palacio de Bellas Artes se vio iluminado por las voces de la soprano Leticia Altamirano, el barítono Hugh Russel, el tenor José Guadalupe Reyes,el Coro del Teatro de Bellas Artes y laq Schola Cantorum de México que, junto con los músicos, formaban un conjunto de más de 200 personas en el escenario que arrancaron tantos aplausos que hicieron salir ocho veces al famoso director y los cantantes.

Disfruten de este video como carnaval y preparemos nuestros corazones para entrar el miércoles próximo a la Cuaresma. Esta joya del canto coral es una gran prueba de fuego para las orquestas sinfónicas, coros y solistas. Esta versión, con una de las cinco mejores orquestas del mundo, la Orqiesta Sinfónica de Berlín; un coro perfecto, Coro Shin-Yu Kai y uno de los más afamados directores; constituyen un deleite sin parangón, digno de ser gozado en un buen equipo. Además, la combinación de voces de Kathleen Battle, la soprano estadounidense de coloratura que se luce; el barítono ingles Sir Thomas Boaz Allen y el tenor estadounidense Frank Lopardo, hacen una obra extraordinaria. Por eso propongo esta versión:


Carmina Burana:
Coro Shin-Yu Kai con la Orquesta Filarmónica de Berlín con el Coro Shin-Yu Kai y la Orquesta Filarmónica de Berlín, dirigidos por Seiji Ozawa. 

- Fortuna Imperatrix Mundi
I. Primo Vere
- Uf Dem Anger
II. In Taberna
III. Cour d'Amours
- Baziflor et Helana
Fortuna Imperatrix Mundi

características especiales :
 Formato fullscreen 
 Audio Dolby Digital 2.0 y 5.1

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