jueves, 27 de febrero de 2014

Cápsula Bíblica 1107

La palabra «Anatema» (del latín anathema, y éste del griego Ανάθεμα) significa etimológicamente ofrenda, pero su uso principal en la Biblia, equivale al de maldición, en el sentido de condena a ser apartado o separado, cortado como se amputa un miembro, de una comunidad de creyentes. El decir que alguien era «Anatema» equivalía a una sentencia mediante la cual se expulsaba a un hereje del seno de la sociedad religiosa; era una pena aún más grave que la excomunión, porque el individuo era desterrado y a su vez era maldecido. 

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