He hablado ya de la autora del libro que recomiendo ahora, Taylor Caldwell, que es una de las escritoras más reconocidas del siglo XX. Inglesa de nacimiento, de pequeña se trasladó con su familia a Estados Unidos y se interesó desde temprana edad por la literatura. A los doce años ya escribía sus primeras novelas, que no publico sino hasta que tenía treinta y ocho años.
«El Gran León de Dios» está inspirada en la vida de san Pablo y nos acerca al lado menos notorio de este hombre, al Saulo de Tarso que había antes del apóstol, un personaje lleno de claroscuros, de dudas y de contradicciones al que la autora trata con suma delicadeza, pero a la vez con todo el rigor histórico que exige una obra de tal envergadura. Es el Saulo nacido en una familia judía acomodada, en Tarso de Cilicia, la actual Turquía. Por ser Tarso, una ciudad griega, este hombre disfrutó de la ciudadanía romana. Educado en la ortodoxia más rigurosa, vivió bajo la influencia liberal de los helenistas, la cultura griega que en aquella época había penetrado todos los niveles de la sociedad en el Asia Menor.
Hacia el año 34, Saulo de Tarso es un recto fariseo, fanático, interesado en eliminar a los cristianos, a los que creía que una nueva secta que amenaza el judaísmo por lo que debía ser eliminada y sus seguidores castigados. En los Hechos de los Apóstoles se recoge que estuvo presente aprobando el martirio de San Esteban hasta que poco después experimentó en Damasco la revelación que iba a transformar su vida.
Frente a la tradicional visión de los Apóstoles, Taylor Caldwell nos desvela su lado más humano. De hecho, las dudas que albergaba Pablo en su interior le llevaron a perseguir a los primeros cristianos, antes de quedar él mismo iluminado. Entonces, tras la revelación de su destino, y arrepentido por su comportamiento pasado, dedicó su vida a Dios, y se convirtió en el Apóstol de los Gentiles, el gran Apóstol misionero por excelencia.
Pablo de Tarso es uno de los frandes protagonistas de la expansión del cristianismo en el siglo I. Su fabulosa obra ha quedado preservada en sus “cartas paulinas”, que forma la más antigua reflexión teológica acerca de los designios de Yavheh en relación con su Hijo Jesucristo, nuestro Dios y Señor, a quien Pablo afirmó haber visto resucitado.
Como todas las novelas de esta autora norteamericana, «El Gran León de Dios» es una obra sólida que de manera en parte esta obra sea fantasia mezclada con realidad, nos acerca a la gran humanidad del considerado como el decimotercer apóstol. Sin duda alguna una excelente obra, que vale la pena leer, recomendada ampliamente.
Taylor Cadwell,
"El Gran León de Dios",
Ed. Océano exprés, 2013,
360 páginas.
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