domingo, 9 de febrero de 2014

«NOVECENTO»... un monólogo muy bello

Tal vez alguno de mis siete seguidores recuerde una película de 1998 titulada "La leyenda de 1900", con una banda sonora impecable de Ennio Morricone y escrita y dirigida por el cineasta italiano Giusseppe Tornatore, el mismo realizador de Cinema Paradiso. Pues esa película está basada en un monólogo que se llama, incluso en español: «Novecento» (que en italiano quiere decir novecientos). El libro que es un poco más largo que un relato corto y un poco más corto que una novela breve; que fue escrito para hacer un monólogo en el teatro y fue luego llevado al cine en esa estupenda película que obviamente les recomiendo, pero sobre todo les invito a leer el libro de Alessandro Baricco, que es muy breve, se lee rapidísimo, y de inmediato dan ganas de releerlo.

Este monólogo apareció en formato de libro a fines de 1994, en Italia, luego de que ese año, en verano, fuera montado el espectáculo para el que fue escrito originalmente el texto por Baricco. La edición española apareció cinco años después, en 1999.

El libro que invito a leer esta semana es, entonces, un texto teatral, que, como es de imaginarse, tiene incluso algunas indicaciones para la escenificación, pero que se lee más bien como un cuento. Es un libro breve que se puede leer, obviamente, en lo que dura un monólogo teatral, incluso más rápido. El libro tiene apenas 81 páginas. 

El estilo es de Baricco, un autor que más que mostrarnos sus historias nos las cuenta. Es decir, siempre hay en sus libros una idea de que alguien narra una historia, de manera oral. Y cuando esto no es así de manera explícita, la sensación al leerla es esa misma. Sus libros parecen hechos para ser leídos en voz alta. Es un estilo que a él se le da de maravilla, y sus obras funcionan muy bien así.

Este librito nos cuenta la historia de un pianista virtuoso con un estilo extraño, que tuvo la particularidad de nacer y vivir toda su vida en un barco. Durante las últimas décadas del siglo 19 y las primeras del 20, los grandes trasatlánticos viajaban de Europa a América, en concreto a los Estados Unidos, con viajeros millonarios en primera clase, que iban de paseo, y con otros que, en tercera clase, eran pobres y desamparados que iban a buscar una vida mejor a lugares como Nueva York. 
En uno de esos viajes, un marinero encontró a un niño en una caja de cartón encima del piano del salón de baile de primera clase. Supuso que una emigrante tuvo al niño durante el viaje y prefirió dejarlo con la intención de que alguna persona de medios económicos se hiciera cargo de él. Intuyó que no había maldad en ese abandono. En la caja estaba escrito, al parecer, una marca comercial: decía sólo T. D. Limoni. Así que de inmediato, para este marinero llamado Danny Boodmann, el niño fue T.D. Lemon. Con el tiempo le agregó su propio nombre, así que el niño pasó a llamarse Danny Boodmann T. D. Lemon. Luego al marinero le pareció que algo le faltaba al nombre, y como encontró al niño en los primeros días del nuevo siglo 20, le pareció que quedaba bien así: Danny Boodmann T.D. Lemon Novecento (en la traducción al inglés, el niño se llama Danny Boodmann T. D. Lemon Nineteen Hundred). Que, por cierto, sería lo más lógico ya que el marinero es estadounidense, pero en la traducción al español se conserva ese nombre mezclado en inglés e italiano.

El marinero muere en un accidente, y el niño aprende solo a tocar el piano. El tiempo pasa. Y para evitar problemas legales porque ese niño no tiene papeles, el capitán no lo dejaba bajar a tierra. Y eso se le convirtió al joven, y luego al hombre, en una costumbre. Hasta que, aunque él nunca había pisado tierra, la gente, por lo menos ciertas personas del mundo musical, comenzaron a hablar de él. Así se creó la leyenda de ese pianista genial.

La historia contada en este libro es realmente muy bella, y está muy bien escrita. Recordemos que fue escrita originalmente para ser contada en un escenario, por lo tanto para ser escuchada por el público, de ahí que el lenguaje esté particularmente cuidado. El estilo del narrador es, pues, muy sabroso.

La obra en sí es un acto único y los cambios de escena están marcados por cambios de vestuario o por piezas musicales. En la mayoría de las escenas el actor representa a Tim Tooney, que cuenta la historia de su amigo Novecento. Este último aparece sólo dos veces, la primera en una escena brevísima en la que no habla, y la segunda en el epílogo, en una larga escena en que explica los motivos de su conducta y deja entrever el final de la historia, anunciado anteriormente por Tim Tooney.

Alessandro Baricco, el autor, nació en Turín, Italia en 1958. Es un gran novelista, dramaturgo y periodista. Licenciado en Filosofía, ha dirigido un programa de libros y ha fundado una escuela de técnicas de escritura, llamada Holden (como homenaje a Salinger). Escritor alejado del circo mediático, apenas concede entrevistas, su carácter huidizo es proporcional a su nivel de exigencia literaria. Baricco se convirtió en un fenómeno literario mundial con la publicación de su novela Seda (1996). Es autor además de las novelas Seda, Tierras de cristal, Océano mar, City y Sin sangre, y de los ensayos, Rossini Il genio in fuga y El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin. 

Aquí está la película:




Alessandro Baricco,
"Novecento",
Traducción de Xavier González Rovira, 
Ed. Anagrama. Colección Compactos,
81 págs.

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