sábado, 16 de agosto de 2014

Cápsula Bíblica 1276

Los evangelios se han formado a la luz del acontecimiento pascual; todo ha sido interpretado y descrito partiendo de la meta final, por eso la vida de Jesús se presenta desde el principio inmersa en el esplendor de la pascua y su pretensión se ha convertido en palabra de Dios comprensible, es decir "teología". Leer, estudiar y meditar la Sagrada Escritura es adentrarse en el misterio pascual de Cristo. San Pablo lo captó muy bien y por eso lo resumió así: "Me amó y se entregó por mí" (Gal 2,20).

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