Quienes viven cerca de mí me dicen que se admiran de que sea tan organizado (!!!!!!!!!!!). Obviamente eso me causa risa algunas veces, me avergüenza otras, me deja pensando en ocasiones y siempre me motiva a crecer, pues a veces, como vulgarmente se dice, no doy pie con bola entre tanta desorganización que se va presentando en la vida diaria de un pastor en plena misión de una parroquia urbana en la que el fuego del Espíritu Santo no deja a veces tiempo para organizarse y organizar.
Afortunadamente, en la selva urbana, hay refugios para descansar un poco y tomar entre las manos un libro que relaje y enseñe; que anime a mejorar y que a la vez llene la vida de ideas prácticas para servir más y mejor. Este es el caso del libro de Paula Rizzo «Listas, listas y más listas», que me ha dejado grandes enseñanzas y uno que otro nuevo truco para organizarme un poco mejor.
La autora, desde su propia experiencia, comparte cómo utilizar las listas para ser más productivos, y menos estresados. Encontrar suficientes horas en el día para hacer todos los pendientes y tener tiempo para relajarte puede ser una lucha. –y lo digo pro experiencia–. No es de extrañar que muchos de nosotros nos estresemos, exhaustos y agotados ante tantas cosas que tenemos que hacer. Más de la mitad de las personas que trabajan están abrumadas y saturadas. «Listas, listas y más listas» es un libro que demuestra que la vida no tiene por qué ser así. Todavía es posible encontrar tiempo para relajarse, leer un buen libro y buscar algún momentito para hacer las cosas que nos gustan. Vale la pena echarle un vistazo a este libro cargado de consejos indispensable para aprovechar mejor el tiempo, organizarse, aumentar la productividad, incluso ahorrar dinero y reducir el estrés. Madonna, Martha Stewart, John Lennon, Ellen DeGeneres, Ben Franklin, Ronald Reagan, Leonardo da Vinci, Thomas Edison y Johnny Cash nos muestran, con sus vidas, que las listas son fundamentales para una buena organización.
Yo creo que por lo pronto, luego de cerrar la última página de este libro, di un paso más después de leerlo en esta cuestión de la organización, pues ya en el teléfono tengo listas de algunas cosas como intenciones de misas que me piden, cosas que me faltan de la despensa, personas pendientes con las que debo hablar, pagos por hacer, libros que me gustan, películas que quiero ver, música y libros para recomendar en el blog, etc. Me seguiré riendo cuando me digan: ¡Qué organizado! y piense en mi escritorio... pero vamos, como dice un padrecito americano: «step by step» o como decía aquel slogan de la famosa tienda de «El Boulevard» en mi querido Monterrey: «paso a paso, despacito».
Paula Rizzo,
"Listas, listas y más listas",
Ed. Aguilar,
192 páginas.
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