miércoles, 2 de agosto de 2017

Cápsula Bíblica 2356

La Sagrada Escritura nos enseña que al final de su ministerio en la tierra, Cristo fue elevado al cielo (Lucas 24,51; Hechos 1,9-11). Su cuerpo fue visible para aquellos que fueron testigos oculares mientras Él ascendió al cielo para cumplir su promesa de Juan 14,2-3. Él dijo: «Voy a preparar lugar para ustedes. Y si me fuera y les preparara lugar, vendré otra vez, y los tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, ustedes también estén» (Juan 14,2-3). Él ascendió para poder entrar en su gloria (Juan 17,5), y continuar su ministerio por su gente. El primer capítulo del Apocalipsis es el testimonio de Juan sobre el Cristo entronizado como Rey y Señor.

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